sábado, 21 de septiembre de 2013

El origen del cerebro.

Desde la Universidad de Nueva York, Eduard Punset entrevista al prestigioso científico Rodolfo Llinás, neurólogo de origen colombiano, uno de los mayores especialistas en la evolución del cerebro. La historia de la evolución nos enseña que sólo tiene cerebro quien lo necesita. Hicieron falta 750 millones de años para que apareciera, y sólo lo hizo en los organismos que decidieron moverse. Las plantas prefirieron quedarse en su sitio y vivir con lo mínimo necesario. En cambio, los animales, que optaron por el movimiento intencionado, necesitaron un cerebro para poder programar a dónde dirigirse, buscando comida o huyendo del peligro. Se emiten varios reportajes que abundan en su tesis, de entre los que destaca el de los tunicados, unos animales muy primitivos que viven en el fondo del mar. Se parecen a plantas, porque se fijan a la roca y prácticamente sólo tienen estómago. Son como tubos sin cerebro. Pero cuando deben reproducirse, desprenden una semilla, como un renacuajo, que vive una hora, y mediante un mínimo sistema nervioso busca el sitio adecuado para engancharse de nuevo a una roca. En cuanto lo consigue, reabsorbe casi todo su cerebro, pues ya lo necesita. Este es el ejemplo perfecto para explicar la idea de Llinás.

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