lunes, 28 de abril de 2014

Curiosidades: La ouija. Un fenómeno psicológico interpretado como efecto paranormal

El tablero parlanchín de las "ouijas". Por Jordi José y Manuel Moreno. El País, 9 de septiembre de 2004. UNOS INDOLENTES JÓVENES londinenses, hastiados de droga y fiesta, deciden iniciar una sesión de ouija, ese sistema que, afirman, permite contactar con espíritus receptivos del mundo de ultratumba. Y ya se sabe, lo que comienza como un insustancial juego desencadena la materialización de un espíritu maligno, un tal Djinn, árabe para más señas, que ha respondido a la ingenua llamada con un aterrador: "Todos morirán". La amenaza integrista islámica de la mano de un ente maligno. ¿Es que los depravados espíritus autóctonos -¿debe de haberlos, no?- no estaban disponibles? Un explotado argumento del género de terror el del filme La ouija, el juego de los espíritus (2002) del novel Marcus Adams: adolescentes acosados por un asesino en serie, en este caso de ascendencia demoniaca, empecinado en matarlos a todos. Pese a su modernidad, el filme recurre a todos los tópicos de un subgénero: un muestrario de técnicas de exterminio. Al margen de las escenas truculentas, las persecuciones típicas y un final con sorpresa (previsible) que demuestra, por si no lo sabíamos, que el mal nunca muere, parece que poca originalidad puede embutirse en un tema tan manido. Los espectadores actuales están demasiado curtidos para que se vean sorprendidos con propuestas de este tipo. Y es que el personal, encandilado por las prestaciones de los teléfonos móviles, ya no está para esos métodos arcaicos de comunicación. ¿No sería más simple que la nueva generación de móviles dispusiera de un botoncito para el contacto directo con el más allá? Eso sí, pensando en términos económicos, el método de la ouija no tiene rival. Por una módica cantidad se compra uno el kit completo en una juguetería especializada (si se vende en un lugar así ya nos dirán qué elemento oculto puede contener tamaño artilugio). O, bien, y mucho más barato, se lo fabrica uno mismo: basta recortar cuadrados de papel donde se escriben las letras del abecedario, los números del 0 al 9 y un sí y un no; disponerlos correlativamente en abanico sobre una mesa; agenciarse un vaso, que será el puntero, y reunir a algunos amigos. Si hay algún incrédulo en el grupo, mejor abstenerse, puesto que aparecerá el sospechoso efecto inhibidor de los fenómenos paranormales, propio de estos casos, y el espíritu no se manifestará. Situados alrededor de la mesa con el dedo índice (de la mano derecha, recomiendan) extendido sobre el vaso sin ejercer presión, los participantes se concentrarán mientras el oficiante realizará la conocida invocación: "¿Espíritu, estás ahí? Si es así, diríjete hacia el SÍ". Y nada, a esperar a que el puntero se mueva. Una cómoda y barata manera de pasar el rato. La ouija arrastra una aureola de misterio avalada por una siempre difusa multitud de gente que sostiene haber logrado el objetivo del juego: conectar con algo que responde a las preguntas planteadas por los participantes mediante los desplazamientos consecutivos del puntero. Los escépticos opinan que no son fuerzas sobrenaturales las que actúan sino los propios participantes quienes mueven de forma consciente o inconsciente el puntero. Avala esta explicación racional el hecho de que si el juego se realiza con los ojos vendados, las palabras formadas son un galimatías. En realidad, los desplazamientos del puntero se deben a movimientos involuntarios efectuados por los propios usuarios y que suelen pasar inadvertidos. Se conoce como efecto ideomotor y es el mismo que explica las oscilaciones de las varillas de madera en forma de Y o de los péndulos empleados por los radiestesistas para detectar agua u objetos bajo tierra. Método éste, dicho sea de paso, cuyo éxito se basa, única y exclusivamente, en la credulidad del que contrata los servicios, pues la probabilidad de acierto es inferior al azar. Algo puramente psicológico interpretado como efecto paranormal. Se ha llegado a desaconsejar el uso frívolo de la ouija ante la aparición de casos de trastornos mentales. Pensamientos ocultos, miedos irracionales, etcétera pueden emerger en las sesiones e influir, negativamente, en personas sugestionables. Según Bob Carroll (skepdic.com), psicológicamente resulta más tolerable que ciertos pensamientos escabrosos que afloran en una sesión de ouija sean de un espíritu diabólico que admitir que pertenecen a alguno de los presentes. Advertidos quedan.

miércoles, 9 de abril de 2014

Psicología social: La Tercera Ola

La Tercera Ola fue un experimento llevado a cabo en el Cubberley High School, un colegio de Palo Alto, California, durante la primera semana de abril de 1967. El profesor de historia Ron Jones, en el marco de su estudio sobre la Alemania nazi con alumnos de secundaria, intentaba demostrar que incluso las sociedades libres y abiertas no son inmunes al atractivo de ideologías autoritarias y dictatoriales. Jones, al no poder explicar a sus alumnos por qué los ciudadanos alemanes (especialmente los no judíos) permitieron que el partido nazi exterminara a millones de judíos y otros llamados "indeseables", decidió mostrárselo. Jones comenzó con cosas simples, como la disciplina en el salón de clases, logrando convertir a su clase de historia en un grupo con un gran sentido de la causa. Por otro lado, denunciaba el hecho de que la democracia enfatizara el individualismo, lo que se consideró un defecto que había que evitar. Jones hizo hincapié en ello a través de su lema "Fuerza mediante la disciplina, fuerza mediante la comunidad, fuerza a través de la acción, fuerza a través del orgullo".

Jones llamó al movimiento "La Tercera Ola", debido a la noción popular de que la tercera de una serie de olas en el mar es siempre la más fuerte. Al parecer, el experimento cobró vida propia, cuando alumnos de toda la escuela se unieron a él. (Fuente: wikipedia)

Todd Strasser, con el pseudónimo Morton Rhue, escribió una novela sobre el tema (titulada La Ola), que luego fue adaptada al cine (Dennis Gansel, 2008).

Psicología social: el experimento de Milgram

Un aspecto muy debatido en psicología social es la cuestión de la obediencia o la desobediencia a la autoridad o a la norma, y cómo influye esto en nuestra conducta individual y colectiva.
Según René Mucchielli, el conformismo es la actitud social que consiste en someterse a las opiniones, reglas, normas o modelos que representan la mentalidad colectiva o el sistema de valores del grupo al que el individuo se adhiere o hace suyos. Este proceso, ampliamente estudiado en psicología social corresponde a un cambio de opinión, de comportamiento o de percepción que se observa en la conducta de los individuos en situaciones de presión social. (Fuente: wikipedia).  

Algunos experimentos famosos sobre el conformismo son:

- El experimento del punto luminoso de Muzafer Sherif, que estuvo diseñado para medir hasta que punto un participante, al pedírsele que resolviera un problema difícil, compararía (y adaptaría) su respuesta a la de los demás participantes (un tipo de conformidad llamado influencia social informacional).

- Los Experimentos de conformidad  de Solomon Asch, cuyo desarrollo de la teoría de presión de pares ayudó grandemente en las disciplinas modernas de la Psicología.



 - El Experimento de Milgram, de Stanley Milgram, quien se propuso medir la disposición de un participante a obedecer órdenes de una autoridad, incluso cuando las mismas (en este caso, torturar a otros por medio de descargas eléctricas) estuviesen en conflicto con la conciencia personal del participante. Pueder ver una revisión actualizada en http://youtu.be/iUFN1eX2s6Q.
En 2010, un canal de televisión francés reprodujo este experimento en formato de concurso televisivo: La zone extreme. Aquí tienes un pequeño resumen:

 

Si quieres verlo completo, puedes pinchar sobre la pantalla siguiente:
 
Le jeu de la mort es un documental de France 2 basado sobre una experiencia científica. Este programa reproduce el experimento de Milgram. Todo se desarrolla como un concurso televisivo. Un decorado, una presentadora, y unos candidatos que no son conscientes de nada, y que descubren las reglas de este nuevo programa falsamente bautizado como La zona extrema. Las reglas son sencillas: enviar descargas eléctricas cada vez más fuertes a otro candidato. Se investiga así si personas anónimas aceptan someterse a a reglas inhumanas bajo la influencia de una presentadora y las cámaras. El resultado fue sorprendente: el 80% de los concursantes obedecieron. Esto es incluso más que las cifras recogidas por Milgram en los años 70.  Ante las exhortaciones de la presentadora y la animación del público (cómplice también), la mayoría de los concursantes no llegaron a rebelarse y continuaron su acto de tortura, incluso sin tener nada que ganar, pues se trababa de un programa piloto de un nuevo concurso televisivo. 

La emisión de este programa creó una fuerte polémica. En Le Monde Diplomatique se afirmaba que "pese a la construcción de todo un aparato de legitimación científica, no se puede evitar el cuestionamiento ético de este experimento televisivo". En el diario Le Monde, el psicólogo Jacques Lecomte denunciaba "une expérience de téléréalité dont le titre racoleur et le contenu n'ont rien à envier à celui des émissions qu'ils dénoncent". La polémica llegó a los tribunales. Los ex-ministros socialistas Lienemann y Quilès presentaban una denuncia contra France Televisión tras la difusión del programa, con el reproche de "legitimar la tortura" (Le Monde 26 mars 2010).

Otra experiencia sobre el conformismo, pero más simpática y menos polémica es la de la Experiencia del ascensor.


El pedagogo italiano Lorenzo Milani ("Carta a los Jueces") defendía la enseñanza de la desobediencia, que "la obediencia ya no es una virtud" (especialmente después de la experiencia de la escuela y la sociedad "obediente" del fascismo italiano).
Tener el valor de decir a los jóvenes que todos somos soberanos, que para ellos la obediencia ya no es una virtud, sino la más sutil de las tentaciones, que no crean poderse escudar ni ante los hombres ni ante Dios, que deben sentirse cada uno el único responsable de todo. De ese modo la humanidad podrá decir que en este siglo ha tenido un progreso moral paralelo y proporcional a su progreso técnico.
Cuestiones:
-     ¿Cuál es tu opinión sobre el programa Le Jeu de la mort que hemos visto en clase? 
- Describe la experiencia científica de Milgram. ¿Qué es lo sorprendente de este experimento?
- ¿Qué piensas sobre la educación para la desobediencia propuesta por pedagogos como Lorenzo Milani?

domingo, 6 de abril de 2014

Actualidad: La reforma del Código Penal permite el encierro preventivo perpetuo para enfermos mentales con delitos.

El diario El País ha publicado un artículo titulado ¿Enfermos mentales y presos para siempre? en el que explica la polémica que ha levantado la actual reforma del Código Penal en los artículos referentes al encierro preventivo de enfermos mentales con delitos.
Encierro perpetuo o peligrosidad social son expresiones que remiten a tiempos pretéritos al hablar de enfermedad mental. Y, sin embargo, no hacen referencia al pasado, sino al futuro. Ambas figuran en el proyecto de ley de modificación del Código Penal diseñado por el Ministerio de Justicia que dirige Alberto Ruiz-Gallardón, que en estos momentos se tramita en el Congreso de los Diputados, y que introduce cambios en materia de medidas de seguridad (internamientos, libertad vigilada) aplicables a personas afectadas por una patología mental (esquizofrenia, trastorno bipolar) o por una discapacidad intelectual (Síndrome de Down, trastornos autistas).
La reforma ha levantado una fuerte oposición entre las principales asociaciones de pacientes y familiares, como la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (Feafes) o la Confederación Española de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (Feaps). También en la Asociación Española de Neuropsiquiatría (AEN), quienes califican las novedades que se pretenden introducir como una involución cargada de “efectos hostiles” y “estigmatizantes” para una población especialmente vulnerable. La reforma “incide de modo severo en el factor seguridad en detrimento notable del factor reinserción y rehabilitación social”, añade la AEN, asociación interdisciplinar que agrupa a 2.000 profesionales relacionados con la salud mental (psiquiatras, enfermeras, trabajadores sociales, psicólogos, terapeutas) y que ha dejado patente su rechazo en un pormenorizado análisis del proyecto.
 Puedes leer el artículo entero pinchando arriba sobre el título del artículo.

martes, 1 de abril de 2014

Guillermo Rendueles Olmedo: el movimiento antipsiquiatrico en España

Guillermo Rendueles (Gijón, 1948) es psiquiatra y ensayista. Su obra se centra en la crítica de la psiquiatría ortodoxa. Inició su trabajo en 1972 como médico residente en el Hospital Psiquiátrico de Oviedo. Allí participó en un movimiento antipsiquiátrico que promovió la transformación de la asistencia a los enfermos mentales, lo que provocó una dura represión del gobierno franquista y el despido de la mayoría de médicos de ese centro. Tras realizar como represaliado el servicio militar en la isla de La Gomera, continuó participando en los movimientos de renovación psiquiátrica en el Hospital Psiquiátrico de Ciempozuelos y el Hospital Provincial de Gerona.
Desde 1980 trabaja en Asturias como psiquiatra del Insalud. Entre 1980 y 1989 fue Profesor asociado en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Oviedo. En 1989 se incorporó a la UNED como profesor tutor de Psicopatología en el centro asociado de Gijón. Ha sido impulsor de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, a cuya directiva ha pertenecido. Tiene publicaciones en una docena de libros en diversas editoriales españolas y casi una centena de artículos en distintas revistas.
A principios de los años noventa del siglo XX, tras cierto tiempo apartado de la actividad política, participó en los grupos antimilitaristas que promovían la insumisión y volvió a colaborar con colectivos y medios de comunicación de la izquierda radical (Retolaza, 2005: 55), además, escribe regularmente en el periódico asturiano La Nueva España. (Fuente: wikipedia)

Sobre el tema de la antipsiquiatría, podéis leer un muy interesante artículo de Guillermo Rendueles titulado Medicalización, psiquiatrización... ¿despsiquiatrización?, en Con-Ciencia Social, nº 13, pp. 17-39.
Entrevista en la revista Archipiélago, nº 76 (2007): ¿Miserias sociales o malestares íntimos?

Otros artículos y obras, algunas accesibles en la red, en dialnet.

Historia de la psicopatología

A lo largo de la historia de la psicopatología, el concepto de enfermedad mental ha evolucionado en función del momento histórico y de las circunstancias culturales de cada sociedad. Tanto la conducta anormal como el modo en que debía ser tratada se han entendido de muy distintas formas desde la antigüedad hasta nuestros días.
Así, podemos señalar las primeras concepciones mágicas y animistas de las sociedades primitivas; la notable influencia de los factores religiosos durante la Edad Media que impulsaron una visión de la locura como castigo divino ante el pecado; la progresiva tendencia hacia la asunción de posiciones de carácter más organicista a partir del siglo XIX y el posterior desarrollo de la psicobiología y la psicofarmacología; y los modelos de corte psicogénico, que buscan las causas de la desviación conductual en factores de índole psicológico o psicosocial.


Breve historia de la locura from alinslide

Para saber más:
Historia de la Psicopatología, por Carmelo Vázquez. 
Detalle de La extracción de la piedra de la locura (El Bosco)