domingo, 19 de enero de 2014

El sueño de la inyección de Irma

El sueño de la inyección de Irma es un sueño que tuvo Sigmund Freud la noche del 23 al 24 de julio 1895 y que él mismo consideró como el sueño con el que se le reveló el "secreto del sueño".
Freud nos cuenta que en el verano de 1895 tenía una paciente que él llamaba Irma (hoy sabemos que era Emma Eckstein, una mujer de una prominente familia socialista de Vienna que era muy activa en el movimiento de la liberación de las mujeres y que se hizo psicoanalista). Su cura había terminado solamente con un éxito parcial. Un día, Freud tiene la visita de su amigo/colega Otto, también médico, que dice: "Irma está mejor, pero no completamente curada". Freud se enfada por este comentario, porque piensa oír un reproche, por lo cual, por la noche, se sienta para escribir la historia del análisis de Irma para dársela al doctor M. (Breuer), un amigo común, como para justificarse.

El sueño
Un gran vestíbulo - muchos invitados, a quienes nosotros recibimos. - Entre ellos Irma, a quien enseguida llevo aparte como para responder a su carta, y para reprocharle que todavía no acepte la "solución". Le digo: "Si todavía tienes dolores, es realmente por tu exclusiva culpa." - Ella responde: "Si supieses los dolores que tengo ahora en el cuello, el estómago y el vientre; me siento oprimida."- Yo me aterro y la miro. Ella se ve pálida y abotagada; pienso que después de todo he descuidado sin duda algo orgánico. La llevo hasta la ventana y reviso el interior de su garganta. Se muestra un poco renuente, como las mujeres que llevan dentadura postiza. Pienso entre mí que en modo alguno tiene necesidad de ello. - Después la boca se abre bien, y hallo a la derecha una gran mancha blanca, y en otras partes veo extrañas formaciones rugosas, que manifiestamente están modeladas como los cornetes nasales, extensas escaras blanco-grisáceas. - Aprisa llamo al doctor M., quien repite el examen y lo confirma...El doctor M. se ve enteramente distinto que de ordinario; está muy pálido, cojea, está sin barba en el mentón... Ahora también está de pie junto a ella mi amigo Otto, y mi amigo Leopold la percute a través del corsé y dice: "Tiene una matidez abajo a la izquierda", y también señala una parte de la piel infiltrada en el hombro izquierdo (lo que yo siento como él, a pesar del vestido)... M. dice: "No hay duda, es una infección, pero no es nada; sobrevendrá todavía una disentería y se eliminará el veneno"... Inmediatamente nosotros sabemos de dónde viene la infección. No hace mucho mi amigo Otto, en una ocasión en que ella se sentía mal, le dio una inyección con un preparado de propilo, propiteno...ácido propiónico..., trimetilamina (cuya fórmula veo ante mí escrita con caracteres gruesos)... No se dan esas inyecciones tan a la ligera... Es probable también que la jeringa no estuviera limpia.
Para un breve análisis del sueño y de la interpretación del psicoanalista francés Jacques Lacan, pincha sobre estas líneas.

Cuestiones:
- ¿Podrías explicar y valorar la interpretación que hacen Lacan y el propio Freud de este sueño?
- ¿Crees que existe y es posible encontrar el "secreto", el sentido, de los sueños?

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